lunes, 17 de noviembre de 2008

Amigos de prestado

De prestado; amigos de prestado

Tomando como referencia el título de uno de los temas del último disco del cantante Alfredo González, Cicatrices de Prestado, del disco Dudas y Precipicios, he pensado en plasmar una pequeña reflexión personal, al hilo de últimos acontecimientos.

La milonga va sobre la Amistad.
Amistad. Curioso término. Encierra tanto en tan poco. Una de las actividades que colocan al ser humano en una posición privilegiada dentro de la escalera y la convivencia evolutiva: la capacidad de crear vínculos con nuestros semejantes más allá del linaje, la sangre y la supervivencia.
Los amigos son el último refugio, la última defensa contra lo oscuro. Están ahí sin que tú tengas que decírselo, y tienen la extraña capacidad que permanecer en la sombra, simulando un apartamiento ficticio para luego... aparecer en la peor de las horas en tu rescate.
¡Conservad a vuestros amigos! Los amigos de verdad ni se crean ni se destruyen: pero tampoco se transforman. Son inmutables al paso del tiempo.

Salvo los de prestado.
Los amigos itinerantes. Los amigos de truco. Los amigos guadianescos. En realidad, y esto es una pequeña confesión, hace tiempo que acepté que lo que yo piense es de muy poca importancia; sin falsa modestia, sin victimismos. Simplemente, lo creo así. Pero ello no es óbice para que el menda siga dándole al coco, y... bueno, hace mucho tiempo (y no tanto), dije en diferentes ocasiones que mientras yo insistiese, mientras yo fuese pesado, mientras nunca faltase la llamada... todo estaría bien, no habría problema a pesar de mi pesadez.
En cambio, la preocupación habría de llegar cuando fermentaser la Indolencia, cuando acaeciese la última llamada. Y esto, lejos (lejísimos, de hecho) de ser o querer representar una amenaza, es en cambio una autodefensa para evitar sufrimiento.

Sí, aquí el fulano lo confiesa.
Como diría Harrison Ford en Blade Runner, "yo he visto cosas que ninguno de vosotros creería"; porque realmente, hoy en día, cuesta creer que algunas cosas llegaran a suceder. Yo he visto a mis amigos batirse el cobre por mí, y abrazarme mientras yo derramaba lágrimas muy duras y que al salir hacían mucho daño. Yo he vivido momentos absolutamente intensos, experiencias para contarlas por ahí y causar admiración. He visto a amigos venir a por mí de madrugada mientras aquí el fulano se debatía entre lo oscuro y la nada.
Hoy en lugar de eso, siento que el vacío, la rutina, la distancia, o quizá algo de todo eso junto, ha provocado que esos hechos parezcan hoy día increíbles. Realmente, dudo que esos tiempos vuelvan, porque todos, todos, todos los días, desde que sale el sol, estamos tomando decisiones; algunas intrascendentes más allá de lo cotidiano (¿hoy como un quesito del caserío o mejor dos?), pero otras son decisiones importantes, y a veces se toman inconscientemente: simplemente la deriva nos lleva hasta ellas y ocurren.

Yo ante eso me revelo, y desde hace un tiempo el timón de mi balandro lo llevo yo.
Ahora en mi vida las cosas claras, y chocolate espeso. O sí, o no.
Seguro que sabeis del tipo de amigos del que me estoy desahogando: aquellos que van desapareciendo, aquellos de quienes no oyes su voz a menos que seas tú quien llame, aquellos que se acuerdan de ti cuando están solos, aquellos que dicen sí y al poco dicen no.

Aquellos a los que quieres pero poco a poco vas dejando de saber por qué los quieres.
Sin embargo, desde aproximadamente los diecisiete años decidí no perder nunca la Esperanza. Y hace un par de días tuve esa Esperanza delante mía: el núcleo duro me ha dado una lección que tardaré tiempo en olvidar si es que alguna vez la olvido. Cuando era un infante mi madre me aleccionó sobre la importancia de escoger mis amistades. Era apenas un niño, pero años después, mi abuela Paz (qepd) me repitió lo mismo a los veinticinco años. Caray, me dije, va a ser cierto esto. Dos personas tan diferentes diciéndome lo mismo. Dá que pensar...
Y lo que pienso es que hace años que escogí bien. No podría hacer escogido mejor. La Amistad de verdad se mantiene contra viento y marea, resiste la galerna y la helada del invierno, aguanta la distancia y la edad, y siempre la sientes latir en el corazón cuando los ves junto a ti.
Esa Fuente de la Amistad de la que mi mejor amigo me escribió en la parte de atrás de una foto de clase de instituto. ("Bebe, como hice yo en su día, pensando en ti. No preguntes, yo tampoco sé por qué").
Bueno pues este pseudoartículo camuflado de reflexión personal (o al revés), va por los que hace dos días me recordaron, cual filósofo presocrático Parménides quién es y quién no es; quién está y quién no está. Oh, sí, habrá otras ocasiones, y todos estaremos, incluso los ausentes, y correrán el vino y la risa, pero dentro del tesoro de mis certezas, yo sabré la verdad.

Y por eso, todas y cada una de las palabras de cada una de estas líneas, va por ellos, por el núcleo duro. Va por David, va por Manuel y va por Luis.

¡Va por vosotros, sin duda! ¡Cuánto os quiero!

Los cuatro jinetes del Apocalipsis que derrotarán al Apocalipsis ese; ojito con el de la izquierda del todo, el de cara de dormido: nunca se puede contar con él, siempre falla, el tío xD

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Walker dixit:

Muchas gracias por el escrito. Muy interesante. Halagado me hallo aunque no creo que sea todo para tanto...

Saludos!

Anónimo dijo...

Y lo que te queda por ver cuquin en ese terreno, apenas has empezado...el que diga que tiene muchos amigos miente o anda muy confundido...amigos "amigos" solo se deben contar con los dedos de una mano y casi siempre sobran dedos. También es bueno que pasen cosas asi para darse cuenta quien está al lado de uno de verdad y con quien se puede contar para todo. Esto también se hace extensible en el terreno familiar.
Los mejores amigos son los de la infancia, los que mejores recuerdos nos dejan y los que siempre están para escuchar, para reir, para llorar, para ayudar...los que saben nuestra vida desde el principio. Después están los que te encuentras en el camino, de los que apenas un par de ellos se pueden agregar al "curriculum vitae" de la amistad, por eso te dije desde peque que eligieras con cuidado aunque veo que has elegido bién..lo demás "c`est la vie" y tampoco es para darle más vueltas.
Buen dia. Besinosss.

RASC dijo...

WALKER (jeje): Halagado me hallo yo, hombre :) Y las cosas tienen la importancia que se le quieran dar, desde luego. Si tú le das importancia 5, yo le doy importancia 8; y tan panchos. Por cierto, como me des la foto de la recortada, ya sabes dónde va a estar colgada casi al instante xD
PROGENITORA: Pues sí mama, pues sí, pero ya no le doy vueltas: el que quiere, quiere, y el que no quiere... pues SUFLÉ XD

Anónimo dijo...

Amistad,curiosa palabra que tanto esconde y que tan poco vale en estos tiempos en que por la menor tontería se manda a la mierda.Yo también me he levantado(varias veces lo reconozco)de mi calentita cama y casi en pijama me he cruzado medio Madrid porque mi "supuesta mejor amiga" estaba hecha polvo.Ahora lo pienso y me siento ridícula.Yo después de muchos palos y de hacer muchiiiiiiiiiiiisimo el GILIPOLLAS llegué a una conclusión que cambió mi existencia como diría Ru:¿Porqué coño tengo yo que cambiar mi forma de ser si yo me he desvivido por mis amigos?¿porqué soy yo la que tengo que sufrir si los demás se han portado mal conmigo?.En resumidas cuentas que quien quiera aprovechar lo que yo le doy que lo haga y quien no que le den por culo.Yo ya no sufro por nadie entre otras cosas porque para mi eso es un lujo.RU ESTO ES PARA TÍ:ESPERO QUE TU AMISTAD NUNCA ME FALTE.TE QUIERO UN MONTÓN PISHA.(HESHATE UNA MIHITA LACA ANDA QUE TIENE ER PELO ELÉTRICO).

RASC dijo...

Claro que no, Arwen Suflé, no te va a faltar, pero tb es importante dejarse ayudar... ;)