lunes, 17 de junio de 2019

'Tolkien', reflexiones

Ya hemos visto 'Tolkien', y después de reposar la mente, voy a hacer algún comentario. Lógicamente, con REVELACIONES.
Es obvio que yo no conocí al personaje, y es igualmente evidente que el director y los guionistas tampoco. Quizá pensaron que acercarse a Tolkien era sencillo, o que su personalidad, compleja, en muchos aspectos "medieval", podía resumirse en cuatro o cinco trazos.
Como consecuencia, nos llega esta peli que, en sí, es bonita, se conozca a Tolkien o no. Lo es, sin duda. Tiene planos muy bellos (aunque cortos), y escenas que son un guiño para los aficionados al asunto ("Salve Earendel, el más brillante de los ángeles" recita, mientras mira una estrella luminosa).
Hay varias fuentes para acercarse a la vida del autor inglés (que no británico, según afirmó), como por ejemplo la fundamental biografía de Humphrey Carpenter, escrita en 1977 (4 años después de su muerte) y totalmente avalada por la familia. Carpenter entrevistó muchas veces a sus hijos, a su hermano Hilary, a ex alumnos, ex compañeros de facultad, tuvo acceso a todos los documentos, cartas, legajos, diarios de juventud... Con ello pudo trazar un reflejo de la personalidad de Tolkien que, si bien seguro que no es completa, sí se acerca bastante a la realidad. Otros libros, más modernos, pueden ser 'Tolkien, señor de la Tierra Media', de Joseph Pierce, un texto que analiza al bueno de JRRT desde una perspectiva obviada en la peli: su catolicismo radical (en ambos sentidos de "radical"); 'El mago de las palabras' y 'El viaje del Anillo', del gran Eduardo Segura; o el fundamental 'Tolkien y la Gran Guerra', de John Garth. Hay muchas más obras, por supuesto, pero yo he leído éstas y creo que son más que suficientes para trazar una semblanza de Tolkien.
¿Qué leyeron los guionistas de la película? No lo sé (tampoco he tenido ganas de investigarlo), pero quizá alguna de aquéllas recomendaciones les vendría bien. Ojo, no para CALCAR la biografía de la persona, sino para saber, digamos, por dónde tirar. Porque... ¿de qué trata esta película? Más allá de concatenar escenas de la vida de Tolkien, alguna resumidas, otras inventadas, otras supuestamente interpretadas e imaginadas. ¿Cuál es el hilo conductor? Me atrevería a decir que, si hay uno, no es otro que el TCBS y la amistad entre sus cuatro miembros principales. Nos lo indica, además, la música (bella, pero dispersa) de Thomas Newman: el último tema, el de los créditos, es el mismo que el de 'TCBS', por lo que el tema principal no es otro que éste. Por tanto, lo fundamental para los creadores ha sido la amistad. Ahora bien, ¿representa un hilo conductor en la película? A duras penas.
Cuando recreas una época pasada, estás contaminado por tus ojos del presente. Pongo un ejemplo. En la película se medio insinúa que G. B. Smith era homosexual. Esto no tendría nada de malo si no fuera que es un conejo de la chistera de uno de los guionistas. Lo dice el propio director, Karukoski: "Stephen Beresford, uno de nuestros guionistas, es gay, y él leyó todas las letras y todos los poemas, y dio por por hecho al 100% que Geoffrey era gay. No podemos reclamar eso.". No hay nada malo, perverso, negativo, ultrajante, loquesequiera, absolutamente nada, en ser homosexual, o en presentar un personaje con tal inclinación sexual (o cualquier otra). Sin embargo, además de no existir evidencia alguna de esto, la homosexualidad era un tema totalmente rechazado por los estudiantes del King Edwards, de Oxford, y de la Inglaterra estudiantil en general en aquella época; en parte, como dice Carpenter en su 'Biografía', se trataba de hacer olvidar la reciente época de Byron y la cierta permisividad que se tuvo hacia "aquellos comportamientos". 
En la TCBS no hablaban (según Tolkien) de sexo ni de mujeres. Puede extrañarnos que así sea, pero la fuente es de primera mano. Si en la película añades esta capa, estás no sólo inventando sino forzando una determinada percepción. Otro ejemplo es el hecho de llevar a Edith a una de sus reuniones; sí, te da un cariz cómico, y aporta, luego, un rasgo de la personalidad de ella y de choque con la de él que es cierto, bien jugado por esa parte: pero Tolkien no reveló a sus amigos que tenía novia hasta mucho después. Por supuesto no es lo que yo haría, ni es, seguramente, lo que muy pocos harían hoy, pero si lo modificas estás solapando la verdadera cara del Tolkien juvenil (sea ésta buena o mala, cada cual juzgue según la época) por una nueva, inventada, que no le hace justicia.
Cuando Edith y él fueron obligados a separarse por el padre Francis Morgan, el tutor de los huérfanos hermanos Tolkien, lejos de alejarse de la religión, JRRT se refugió muchas veces en la iglesias católica. Y lo de católica es clave, pues eran una minoría en la Inglaterra anglicana. Tolkien siempre pensó que su madre fue una mártir, apartada de su familia por convertirse al catolicismo, y que muchas de las estrecheces económicas que sufrieron fueron debidas a este motivo. Tolkien iba a misa, comulgaba, se sentía en comunión con Dios y consigo mismo, y eso representaba un refugio espiritual ante la pérdida del amor, que primero fue de juventud y más tarde para toda la vida. Es una parte, una arista, una cara del poliedro tan tan tan importante, que omitirla por completo es injusto y empobrece la película y el supuesto retrato que se quiere hacer del personaje.
En cuanto a cambios de fecha en la cronología, resúmenes apresurados (Tolkien no se alistó a la de ya, intentó retrasarlo lo más posible, y tampoco fue enviado a combatir al poco de alistarse), invenciones varias... pueden entenderse, aunque cada cual los habría hecho de una forma diferente.
¿Qué le falta? ¿De qué adolece? Le falta magia; magia en el sentido de arriesgar mucho más, o arriesgar algo, al menos. Y una base sólida desde la que construir, una base referencial clara: Tolkien no escribió sus "leyendas e historias" porque hubiera una correlación directa con sus experiencias en la Gran Guerra de 1914-1918. Influyó la guerra, ¡claro! ¿Cómo no va a influir? Lo que quiero decir es que la cantera fundamental del Tolkien escritor no fue la guerra. No escribió las Ciénagas de los muertos porque en las trincheras se topase con un gran charco rodeado de cadáveres; no escribió a los Nâzgûl ni a Morgoth porque en el campo de batalla, febril, imaginase a sombras llevándose la vida de los hombres. Es, por contra, en los mitos y leyendas antiguos, en las sagas, en las eddas, en la 'traditio' donde el escritor zambullía su mente para escribir. No hay rastro en la peli, por ejemplo, de su primera ciudad imaginada: Kortirion, "Kortirion entre los árboles", ya escrita bastante antes de la guerra. O en los antecedentes de Gondolin y su Caída. Esas primigenias ideas ya estaban antes del Tolkien combatiente (que, por cierto, era oficial de señales y no lo vemos hacer otra cosa que arrastrarse, enfermo, por las trincheras).
Magia. Más magia, por favor. Es bonito ver a su madre recitar a 'Sigurd' mientras el niño Ronald sonríe, pero muéstramelo mejor, por favor: haz que la imaginación del crío se transporte a esa escena de Sigfrido con el dragón, empezando a conformar el "hummus de la mente" para, esto sí, ayudar a conformar las "telas del fondo" de su posterior mitología. Sé valiente, Karukoski: no nos muestres de pasada un Cristo crucificado en las trincheras, restos de una iglesia derruida por el combate; por contra, puedes hacer que ese Tolkien febril vea a su Cristo en verdad retorcerse en la Cruz, horrorizado por la guerra. En dos trazos ya tendrías una capa, fina, de su catolicismo, y a la vez una imagen poética y terrible.
Las reflexiones sobre las palabras son bonitas. La escena del salón de té y el "cellar-door" es hermosa, y cómo Tolkien va pensando sobre la marcha qué puede ser "selador": no, no es un humano, no, no es un objeto... es.. es... es un lugar. Eso bien, en mi opinión, al César lo que es del César, pero podrías ir más allá: ya que tienes efectos especiales, úsalos para formar palabras en su mente, palabras del gótico antiguo : Tolkien era un historiador y un arqueólogo de las palabras. Sólo se conservan unas 800 palabras en gótico, pero Tolkien era capaz, como filólogo, de desentrañar el origen de muchas y de proponer cómo podrían haber evolucionado formando otras muchas que se han perdido con el tiempo. Su mente funcionaba así; muéstrenoslo, director, y háganos llorar.
Si Edith baila y ese es el origen de Lúthien Tinúviel, y tú lo sabes, haz la escena mejor, más importante, que sea una escena seminal, radical, no sólo la actriz bailando a cámara lenta mientras él, tumbado, la observa y se ríe. Si lees a Tolkien sabrás que fue mucho más que eso, y que ese día lo guardó en su corazón hasta el final. O más allá.
Y más: Tolkien no puede resumirle a sus hijos la trama básica de 'El señor de los anillos' antes de escribir, siquiera, la primera línea de 'El hobbit'. Sencillamente, no puede ser. Además, la escena posterior ("En un agujero en el suelo...") es absolutamente mítica, y totalmente desaprovechada: no sale corrigiendo exámenes extra de cursos inferiores para ganar más libras (cuatro hijos, seis bocas, un sueldo); uno de los exámenes estaba en blanco, le dio la vuelta, y sin saber porqué escribió la famosa frase. Esto no sale así, y es una lástima, porque es una de las esencias del personaje: no supo porqué escribió la palabra "hobbit", así que tuvo que "descubrirlo", no inventarlo. Su mente funcionaba así, dicho por él mismo.
En fin, termino. La peli es bonita, poco o nada arriesgada, no vuela alto. El hilo conductor es la amistad, y secundariamente Edith y las palabras e idiomas, y sobre todo ello, la guerra como factor de influencia clave. Todos estos pilares están mermados, a mi entender, por poca profundidad, en fondo y forma. Tolkien era más complejo: no era un buenazo, cometió acciones reprochables que marcarían su matrimonio y de las que él mismo se arrepintió muchos años después (obligar a Edith a convertirse al catolicismo, no hacerle caso suficiente, ignorar sus preferencias para dónde vivir, cosa que intentó compensar al final de sus vidas al retirarse a la costa y vivir en un balneario). En resumidas cuentas, como todos, luces y sombras.
Tener y perder. La muerte y la inmortalidad. El sacrificio y la piedad. Son apenas seis conceptos, pero podrían haber sido la base, la tela del fondo, la niebla, el mar, los árboles y al fondo, Kortirion.