martes, 24 de noviembre de 2009

150 años de hombres-mono

Hoy se cumplen 150 años, que no son pocos, de la publicación de un libro, El Origen de las Especies. De un tal Darwin. Fue el 24 de noviembre de 1859, poniéndose a la venta en la editorial londinense John Murray y agotando en su primer día 1250 ejemplares, según puede leerse, por ejemplo, en la Wikipedia.
No quiero entrar en disquisiciones político-religiosas hoy. Bien es cierto que todavía la teoría de la Evolución de las Especies no se enseña en algunas partes del Mundo, como en varios coles de EEUU, y eso. Pero el aporte de Darwin no buscaba tal cosa. De hecho, él no se consideró ateo nunca, sino agnóstico, osea, puede ser o no puede ser, creo que no pero oye, yo qué sé. ¿Quién sabe? Parece que no pero yo la mano en el fuego no la pongo, tú.
Su contribución, buscada o no, al mundo de la Ciencia en general y de la Historia en particular, fue y es enorme. Abrió vías, caminos, senderos de exploración. En estos 150 años no se ha hecho sino pulir su teoría, pero no hay ninguna otra nueva, de momento. Y por cierto, esa teoría de Darwin no dice, en ningún momento, que el Hombre venga del Mono. Reitero: el Hombre no viene del Mono.
Para acabar este pequeño recuerdo/homenaje, trasladémonos por un momento al Londres de 1859: el día frío, gris, lluvioso, señores con gabán, capas largas y oscuras, paraguas con pincho, estoques y bastones, pordioseros en cada calle, callejones convertidos en estercoleros, humo de fábricas de la Revolución Industrial, la lanzadera volante, y eso. La reina Victoria tiene 40 años, y hace veintiuno que ha sido coronada. Supongamos que somos unos viajeros españoles, de visita turística. Hemos cogido un barco en Santander, y a los dos días nos dejó en el puerto de Liverpool. Desde ahí a Londres tardamos en coche de caballos varias horas. Ya en Londres, paseando en aquel noviembre, antes de que se haga de noche, nos arrebujamos en nuestra capa de viaje y nuestra bufanda, calándonos bien el sombrero. Paseo por la ribera del Támesis. Algunas fábricas comienzan a realizar vertidos en sus aguas.
Ya por el centro, antes de ir a la fonda donde alquilamos habitación, nos detenemos por casualidad en una librería. En el escaparate hay un libro, como novedad. "The origin of the species by means of natural, or the preservation of favoured races in the struggle for life". By Charles Darwin M.A., pone debajo. Nosotros, que como tenemos reales suficientes para permitiros viajar a Inglaterra de turismo, también, por lo mismo, hablamos un correcto inglés, miramos con detenimiento. Preguntamos, ya en el interior, al librero.
Exquiusmi, ser. Güat is dis?
Una novedad, nos dice. Niú niú buk. Veri niú. Alotof. Osea.
Yes verigüel.
¿Qué haríamos nosotros, españolitos de esa fecha, si hubiéramos podido comprar y leer ese libro?
¿Lo habríamos comprado?

4 comentarios:

Unknown dijo...

Te he puesto un "mal" calificativo, lo siento. Te he puesto que es aburrío.
Yo me esperaba algo más: fresco, intenso, interesante. Y sin embargo, sólo haces una definición bastante redundante de lo que es ser agnóstico, pasas de puntillas sobre el libro de la Evolución de las Especies de Darwin y luego te extiendes hablándolos de un marco mu mono y romántico de la Londres de la época victoriana. Que, por cierto, yo pienso de Santander a Liverpool en aquella época tardarían más e ídem de Liverpool a Londres, que creo que es casi como ir hasta León tú, y ponte ha hacer eso a caballo, en carruaje, con pausas y demás... quizá entre una cosa y otra, una semana, tú!.

Volviendo a Darwin, asentó un precedente, fue un auténtico revolucionario de la Biología, Antropología, Ciencia en general e incluso se metió con la Ética y la Moral. Aunque, lo de la Moral y toda esa mierda, es porque había mucha revolución en esa época, el protestantismo era puntero entre la burguesía pero no siempre así con la aristocracia, y era lógico que surgieran problemas con los papas, los anglicanos, etc. Siempre pasa lo mismo, por mucho que se quiera, no se puede escribir lo que todos quieren ver pero sí, después de un tiempo y estudio del libro, se ha llegado a la conclusión de que es una lectura básica si eres méramente científico (no hablo por la experiencia porque, penosa de mí, no toy por la labor de leerlo, pero curiosidad hay, oiga!).
Por supuesto, lo del Hombre proviene del Mono es una visión simplista de la Biología, Paleontología y Antropología. Es una patada en las partes bajas de la teoría de Darwin, una de las críticas más sonadas.

En fin, que sí, que te has quedado excesivamente corto, demasiado poco centrado en lo que, en principio deberías, de ahí el apelativo "aburrido". Lo siento.

Un beso,
C.

RASC dijo...

Sólo se trataba de recordar la efeméride y hacer un pequeño homenaje a Darwin. Casi una reseña.
Pero me apunto el negativo. ¡Nunca llueve a gusto de todos! :D

Otro beso.
R.

P.D. ¿Una semana de Santader a Londres? ¿Con los barcos de mediados del XIX? :O

Unknown dijo...

Ya te digo, yo pienso que sí... sobre todo, si, teniendo en cuenta que seríamos "turistas" queríamos deternos a ver "conocidos" por inglaterra, supongo. Además, ya te digo, que lo de ir a caballo y tal lleva lo suyo. Si a eso le añades el posible buen/mail tiempo... y que es mediados del siglo IXX... pues no sé yo. Por mucho barco de vapor, creo que pa esa época no había muchos, tu! Sobre todo los había en EE.UU. Había que tener muchísima pasta pa poder ir en uno de esos... pero bueno :P

Por otro lado, sí, no pasa ná, nunca hay que esperar gustar a todos. :P

Un beso,
C.

Anónimo dijo...

possss...hallàbame yo un día de charleta con unas personas y en ese momento hablaron de Darwin en la tele y.......¡ armooseee la del Señor, tú!... que vaya imbécil, que donde se vió tamaña tontería, babayu...etc..etc que el mono sería él......Y YO CALLEME oye, ante tanta "cultura" sobre todo SIN LEER EL LIBRO NI SABER LA TEORIA DE CHARRRRLESSSSS...pa que iba a decir ná, y quedeme yo pensando pa mis interiores.....a que va a ser verdad que algunos vienen del mono......o del gorila....vete tú a saber.