miércoles, 17 de noviembre de 2010

Están aquí, están entre nosotros, ¡cuidao, cuidao! (oh, Tótem, Sensei del Gran Cabreo...)

Están aquí, lamento decirlo. Los soplagaitas, abrazafarolas, lamepiedras, estómagos agradecidos, botarates y, en definitiva, esa caterva de soplavidrios manirrotos que se creen la releche por juntar la eme con la a y firmar Fulano Menganez, Director de Algo Que Quede Bien. Y pista.
Están aquí, por ejemplo, los que insisten en llevar el archivo de ENSIDESA al Archivo Histórico de Oviedo. ¿Razones? Varias, tantas como ensaladas. Y no lo digo yo, qué va. Lo dice el director general de patrimonio cultural, que es un cargo muy molón y que queda en los papeles bien que te pasas, que te rilas, de alto nivel, Maribel. DICE, el hombre, que el archivo no es de Avilés. (Artículo AQUÍ) ¡¡Aaaahhh, ilusos!! Ignorantes somos, nosotros, inocentes florecillas silvestres, pues creíamos, unos pocos, que era cierta la máxima aquella De Que si A=B y B=C, entonces A=C; quicir, que si Ensidesa estaba en Avilés, creció en Avilés, triplicó (o más) la población de la Villa en pocos años, contaminó a mansalva Avilés (premio nacional de ciudad más contaminada de España años y años)... y Ensidesa tiene un archivo pistonudo, que diría mi Güelo que seguro que está en Gloria, pues entonces... EL ARCHIVO DE ENSIDESA DEBERÍA QUEDARSE EN AVILÉS...

...¿No?

¡JÁ! Cuán yerrados andubíamos, amigo Sancho. DICE el mentado Director de patrimonio que... "De todas las industrias asturianas, Ensidesa destaca por la gran influencia ejercida sobre el conjunto de la región (...) siendo responsable en última instancia del vertiginoso crecimiento demográfico experimentado por Avilés, Corvera, Castrillón y Gijón, en las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta. Por todo ello, y también por el mandato legal que señala al Archivo Histórico de Asturias como lugar de depósito preferente de los fondos procedentes de empresas públicas asentadas en Asturias, el Gobierno de Asturias inició en 2002 el proceso para garantizar el correcto traslado de las toneladas de documentos que integran la memoria documental de Ensidesa al lugar natural para su custodia, que no es otro que el Archivo Histórico de todos los asturianos."...

...Y dicho eso, el pavo firmó el articulito y se pidió una copita de brandy, pa celebraylo. Así que ya sabéis, queridos amigos. Somos una especie de tontos del haba, o de capirote como se decía antaño, por pensar que esas TONELADAS de documentación (es que el figura no se corta y lo suelta de plano, así, ¡hala!) debían quedarse en la Villa. ¿Por qué no? Lo dice bien clarito: como ENSIDESA fue responsable del crecimiento de Avilés, Corvera y Castrillón (y Gijón, pero coime, mucho menos ho), pues por esa razón, y, ojo, por mandato legal (¡qué fermoso ye mandar!), pues por eso mismo, esas tonelaes van pa Oviedo, que es donde está el Archivo Hco de Asturias, de todos los asturianos.

Con dos cojones.

Yo PIDO desde aquí, ahora mismo, que el Bellas Artes de Oviedo, y las falsas tumbas de Máximo y Fromestano, se trasladen a Morcín. Por mandato legal. PIDO que la catedral de Oviedo se traslade a Mieres. Porque sí, que me pilla más cerca. PIDO que el Elogio del horizonte marche pa la Felguera, donde llamáinlo Water de King Kong, tal vez. PIDO que la Universidad Laboral, que es de todos los asturianos, se mueva piedra a piedra hasta Colunga, y que de allí saquen el MUJA y me lo pongan en Tapia de Casariego, que aunque quede lejos, oye, también ye Asturias, ¿no? Hay asturianos allí, compatriotas, hijos de Jove Llanos.

Venga coño...

Avilés, con sus 80.000 habitantes raspaditos y bajando, no tiene NI UN P. MUSEO. Medio miento: hay uno, en construcción, al final de la calle de la Ferrería, antigua calle Mayor, esquina plaza de Camposagrado. El futuro Museo de Avilés, de dos pisos siendo el tercero para los frailes franciscanos o eso se contemplaba inicialmente, que aquí las cosas cambian cada hora y no sabe uno a veces a qué atenerse.
Ni un museo, señores. Y para algo que es DE AQUÍ, tanto como Palacio Valdés, Constantino Suárez "Españolito", David Arias, Justo Ureña, El Fuero, Nicolás Llano Ponte de Oviedo y Portal, el marqués de Camposagrado y de Ferrera y la condesa de Canalejas (mayoral perpetua del derruido Alcázar), Marta y María, fray Telesforo, los cañones del parque y los casi CINCO KILÓMETROS de profundidad del Cañón submarino de Avilés, Peter Menéndez, la ría, la Chocolatera, Salinas, San Balandrán, la calle Oscura, los Alas, San Nicolás, San Agustín (de la Florida y el otro), Pedro Lucuce, fray Valentín Morán, el Parche, mi abuela... si a esta incompleta lista sumamos ENSIDESA, ¿estaríamos mintiendo, o qué?

Tenemos el Niemeyer. Bonito regalo que nos hizo el bueno y centenario de Óscar. Oscarinho. Seguro que en todo lo grande que ye el Niemeyer, entraban las tonelaes del archivo de Ensidesa. Y si no, que se construya un edificio, que lo saquen en el PGOU, para albergar toda la documentación. Documentación, por cierto, que aquí ya se catalogó y diversificó años antes, preparando los papelorios, fotos, maquetas, etc etc... para que ahora se lo lleven, hecho el trabajo sucio, al archivo de Oviedo.

Si yo voy y comento esto en un café de la calle del Rivero, y luego pongo la oreja, lo primero que escucharía con casi total probabilidad sería algo como "home, no me jodas". Pues sí, sí que jode. O joden. Pero así somos. Creyéndonos la leche merengada porque pasa de refilón Brad Pitt, o porque Woody Allen muestra la misma película que lleva haciendo 25 años seguidos, sin pestañear, el tío. Genio, sí, pero un pelín pesao, con perdón; o sin perdón, cual película. Venga ya, hombre. ¿Ustedes saben la cantidad de cosas que podría hacerse con el archivo de marras? La pléyade de fotografías y estadísticas y datos que mostrarían la evolución de la ciudad... Madre mía. Madre mía. Mucho mejor en Oviedo, si lo pienso bien. Aquí igual nos la cargamos al abrir una ventana y salir todo volando.

Y así estamos. Una ciudad abigarrada en sus propias tripas, metida pa dentro de sí misma, con gentes que tratan de no cruzarse con Mengana o Zutano para no saludar, que es muy trabajoso; una ciudad sin museo; una ciudad con un museo a medio acabar, del que no se sabe nada ni en el Ayuntamiento (plazos, oposiciones, quién lo va a gestionar [¿Ayto, Pcpdo, España, mi padre?])...; una ciudad plagada de historia, por los cuatro costados, con un archivo histórico del que la última investigación divulgativa que hizo fue... ¿cuál? y en el que, si vas, a lo mejor está el conserje, a lo mejor no, con documentación de 200 años embutida (sí, embutida) en caja de metal, con listados de documentos escritos a máquina y corregidos a boli bic cristal escribe normal. Una ciudad desmemoriada, olvidada de su propia evolución; unos vecinos que no saben sobre qué piedra caminan, en qué pared se apoyan, al lado de qué edificio toman el café.  

Pero no pasa nada. Tenemos el Niemeyer. Menos mal que ese, el Niemeyer, no es de todos los asturianos.

De momento.